La procesión del Corpus recorre el centro de Madrid con su restaurada custodia
- La pieza, realizada entre 1568 y 1574 por el platero Francisco Álvarez, fue restaurada en el Museo de Historia de Madrid y es una de las grandes joyas de la orfebrería renacentista española
- Ha seguido un itinerario que incluye las calles de Bailén, Mayor, Santiago, plaza de Ramales y Requena, hasta regresar de nuevo a la catedral de la Almudena
La procesión del Corpus Christi ha recorrido este domingo las calles del centro de Madrid. A las siete de la tarde salía de la catedral de la Almudena.
La custodia procesional de Madrid, una de las grandes joyas de la orfebrería renacentista española, ha vuelto a formar parte de la procesión del Corpus Christi tras su restauración. La pieza, realizada entre 1568 y 1574 por el platero Francisco Álvarez, fue restaurada en el Museo de Historia de Madrid, en una intervención promovida por el Área de Cultura, Turismo y Deporte.
Con una inversión de 12.700 euros, se ha podido devolver la estabilidad estructural a la obra, además de mejorar significativamente su estado de conservación, explica en un comunicado el Ayuntamiento de Madrid.
La intervención, que finalizó el pasado mes de noviembre, incluyó la fijación de elementos sueltos, el reajuste de piezas, la eliminación de la sulfuración y la aplicación de un barniz protector, garantizando así su preservación y su participación segura en la procesión de este año.
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La jornada ha comenzado con una misa estacional presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, a las 12:00 en la Catedral de la Almudena. Por la tarde, a partir de las 19:00, la custodia procesional ha recorrido las calles del centro de Madrid, siguiendo un itinerario que incluye las calles de Bailén, Mayor, Santiago, plaza de Ramales y Requena, hasta regresar de nuevo a la catedral.
Desde finales del siglo XVI, la custodia ha acompañado esta celebración religiosa. A lo largo de su historia, ha sido objeto de diversas intervenciones como la realizada por Francisco Moratilla tras los daños sufridos en el robo de 1854 en la Casa de la Villa. La pieza que hoy ha vuelto a las calles de Madrid es el resultado de ese legado de conservación.
