Juan Ortega: "Hay faenas que uno daría la vida por ellas"
El diestro sevillano abrió la feria de San Isidro y regresará al coso madrileño el 24 de mayo, compartiendo cartel con Juan Aguado
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Redacción
Estrenó la Feria de San Isidro el pasado viernes y regresará al coso madrileño el próximo día 24 junto a Pablo Aguado para enfrentarse a los toros de Juan Pedro Domecq.
El diestro sevillano de Triana Juan Ortega mostró desde muy joven una pasión innata por el mundo del toro, lo que lo llevó a iniciarse en la tauromaquia y a forjar una carrera prometedora en el ruedo.
Tomó la alternativa el 27 de septiembre de 2014 en Pozoblanco y dio el salto al escalafón de matadores de toros en la Plaza de Toros de Las Ventas en 2015.
Desde entonces no ha dejado de cosechar importantes triunfos en plazas de renombre, gracias a su técnica depurada, su elegancia en el manejo del capote y la muleta y su capacidad para emocionar al público en cada actuación.
Pero, a pesar de su ya dilatada trayectoria profesional, Ortega reconoce que le sigue latiendo el corazón cuando regresa a la plaza de toros de Las Ventas.
"Hasta la fecha no se acostumbra uno, la verdad. Es una plaza que te genera mucho miedo por todo lo que le rodea (...) y es difícil controlarlo", confiesa.
El diestro recuerda que su idilio con el coso madrileño comenzó el 15 de agosto de 2018.
"Ha sido de las tardes más importantes de mi vida, porque era una época en la que uno empezaba prácticamente, como quien dice. Y Madrid tiene esa capacidad, sabe ver a los toreros porque es una afición que entiende mucho. Y tiene la capacidad de sacarlos a flote. Y a mí esa tarde me empezó a cambiar la vida".
Desde que tengo uso de razón siempre me siento torero
En su próxima cita el día 24 con el público madrileño, para la que ya ha colgado el cartel de 'no hay entradas', compartirá cartel con Pablo Aguado.
Ortega confiesa que afronta con ilusión esa jornada: "Somos dos toreros sevillanos, somos contemporáneos, misma generación. Y es bonito porque en los toreros casi siempre tu verdadera lucha es contigo. Dominarte a ti, dominar tus miedos, los mayores disgustos me los llevo conmigo mismo, las mayores alegrías. Pero siempre es buena la rivalidad, sobre todo de cara al público. Que se decanten por un torero o por otro, porque genera lo que se ha generado el día 24, mucha expectación y muchas ganas de ver a los toreros", dice.
"En el caso de Pablo (...) siempre tienes ese celo profesional, esa rivalidad y eso se lleva a la plaza", añade.
Una forma de vivir
Ortega ha analizado su evolución desde que tomara la alternativa y se ha mostrado ilusionado con su próxima cita con el público madrileño.
"Yo desde que tengo uso de razón siempre me siento torero. Pero es verdad que los años van pasando, uno ya no es un niño. Entonces, la dedicación o el compromiso que tenía antes con la profesión no es la que tengo ahora. Antes era más un juego, era algo más con lo que hacía feliz a tus padres, a ti, a tus amigos. Y ahora ya se convierte en una forma de vivir".
El diestro sevillano se ha mostrado de nuevo agradecido por la respuesta del público madrileño al arte del toreo.
"No solo acuden a la plaza los madrileños, acude gente de muchísimas partes, de muchísimos países. Y (eso) enriquece a la ciudad, enriquece todo".
"Cuando afronto una tarde como la del día 24, mi única preocupación es llegar a la plaza como sé que tengo que llegar. Con la ilusión, con el compromiso, disfrutando en la medida que se puede disfrutar una tarde como la del 24.Pero esa es mi verdadera preocupación. Luego, que pase lo que Dios quiera".
"Estoy feliz, estoy orgulloso de mi profesión, de lo que me dedico, de lo que me llena. Es una profesión que se sufre, una profesión difícil de llevar en tu día a día. Pero me llena tanto que cuando llego a la plaza me pasa lo mismo. Hay faenas que uno las sufre porque no te entiendes con el animal, porque aquello no fluye, no surge. Y sin embargo hay faenas que uno daría la vida por ellas".
"Esos son los extremos que tiene el toreo y los extremos que siempre que toreaba en Madrid los he vivido. He vivido tardes horribles, he vivido tardes preciosas y la verdad que no sé lo que va a pasar", concluye.