Carmen Librero, expresidenta de Ineco, ha defendido este lunes el sistema de control laboral de la empresa pública y ha opinado que lo "inaceptable" fue el comportamiento ético y moral de Jéssica Rodríguez, expareja del exministro José Luis Ábalos, si es cierto que fue empleada pero no iba a trabajar.
Librero lo ha expuesto así durante la comparecencia número 66 en la comisión de investigación en el Senado sobre el caso Koldo, una de las más breves, ya que, salvo una breve intervención de un senador socialista, solo ha interrogado Juanjo Sanz Vitorio, del PP.
Un interrogatorio del que el senador del PP ha concluido: "Creo honestamente que usted no participó de este hecho asqueroso, de la misma manera que no tengo ninguna duda de que a Isabel Pardo de Vera, que vino aquí y no dijo toda la verdad, y me temo que en sede judicial tampoco, le espera un horizonte no especialmente divertido".
Librero ha reconocido que "ética y moralmente el comportamiento de esa persona, de Jéssica, era inaceptable", después de haber defendido que el sistema de controles de Ineco "funcionaba", ya que semanalmente había que rellenar con una contraseña identificativa los registros laborales, requeridos para la nómina.
Ha apuntado al fallo ético de Jésica después de que Sanz le haya leído mensajes que ella envió durante su empleo supuestamente ficticio en Ineco a Joseba García, también contratado en esa empresa y hermano de Koldo García, exasesor de Ábalos, así como otros entre este y Pardo de Vera.
Unos wasaps que confirmarían la declaración en el Tribunal Supremo que hizo la propia Jéssica de que cobró tanto de Ineco como de Tragsatec sin ir a trabajar ni hacer nada a cambio.
Librero ha añadido varias veces en el tramo final del interrogatorio que le sabe fatal que el comportamiento de Jésica deje "a los pies de los caballos" a los miles de profesionales honestos de Ineco.
No obstante, de forma previa, sí ha puesto en duda que fuera cierto lo que Jéssica declaró en el Supremo, pues lo de que no iba a trabajar lo dijo "a posteriori", años después, ha repetido.
Jubilada desde el año pasado, presidió Ineco entre 2018 y 2022, después de haber sido secretaria general del Ministerio de Transportes entre 2012 y 2018, en el Gobierno de Mariano Rajoy, motivo por el que Sanz ha comenzado su interrogatorio diciéndola que "se equivocó" al aceptar ser alto cargo del PSOE tras serlo del PP.
Ella ha declarado que su relación con Koldo fue casi inexistente, y apenas recuerda que una vez le apercibió por interrumpir sin el debido respeto una reunión que presidía el ministro. A su hermano Joseba tampoco le conocía, ni a Jésica.
Ha explicado, por tanto, que era Adif la encargada de visar y certificar el cumplimiento del trabajo efectivo de Jéssica, y ha asegurado que ella no participó en ningún momento en su contratación ni en la de Joseba, y que si Pardo de Vera sí lo hizo es algo que tienen que "preguntar a ella".